Cultura y culturas (semana 2)

El siguiente artículo será comentado el martes 22 de febrero de 2011. Quiere decir que debéis traerlo leído y haber sacado del mismo, al menos 10 ideas claves, que podéis ilustrar con ejemplos si lo creéis conveniente.

Martín Barbero, «Desafíos de la cultura popular a la razón dualista»

Eva Navarro

 

La retórica del Yes, we can


Este artículo de Darío Villanueva sobre la retórica de Barak Obama, me parece un buen artículo de discusión y debate en el blog, que enlaza con muchas de las cosas que hemos visto en clase: discurso, uso de la lengua, de la cultura y de la literatura, etc., pero además es un tema de actualidad.
La dinámica de comentario es como la del pasado artículo (que discutiremos en la clase del lunes 12 de abril), se trata de leerlo y comentar un aspecto del mismo que os llame la atención, o que os parezca el hilo central del artículo. También podéis ejemplificarlo. Como sabéis, la candidatura de Obama se caracterizó por el uso que se hizo de las redes sociales, Internet y también el apoyo del mundo de la cultura (recordad el apoyo de algunos rockeros, por ejemplo).
Intentad leedlo para el martes 13 de abril.
Encontraréis el artículo en este enlace http://www.elboomeran.com/nuevo-contenido/179/la-eficacia-retorica-del-yes-we-can/

Saludos,
Eva Navarro

El poder y la cultura

El matrimonio entre Estado y cultura siempre ha sido difícil, o por lo menos, de conveniencias. La cultura, y me refiero aquí, a la producción cultural del pueblo o de artistas, como impulso creativo, de encuentro con el ser humano, con otros pueblos, la cultura como denuncia, o como resistencia o alternativa a las imposiciones del sistema establecido, siempre ha sido sospechosa para los poderosos. Por eso, y sobre todo en épocas de excasa o nula democracia, (aunque también ahora) la cultura es uno de los primeros dardos del poder, del gobierno de turno. Por eso, a la cultura,  (la cultura que invita a los humanos a reflexionar y a pensar por sí mism@s) como a la Naturaleza, hay que  dominarla o, si se resiste, aniquilarla.

Como sugiere Miguel Delibes en Un mundo que agoniza, desde el siglo de la razón moderna, los poderosos han ido sustituyendo esa forma de comunicar, fomentar y enseñar la cultura (como aprendizaje propio y del mundo, como encuentro con el otro) por un sucedáneo cultural, basado en la cultura como ocio y entretenimiento. Da igual lo que sea mientras el público consuma y no piense. En esta línea de pensamiento se han movido intelectuales y artistas, desde Adorno hasta algunos rockeros como Marylin Manson, por muy extravagante que la comparación suene. ¿En qué coinciden, también con Delibes y con otr@s? En que cuando el poder estatal necesita culpables, los busca en la cultura que no cacarea sus consignas, en la cultura que frente a la alienación proclama la libre elección (no consumista sino de pensamiento).

El ensayo de Delibes Un mundo que agoniza razona con la lucidez característica del autor sobre esos entresijos, sobre el desprecio actual hacia las Ciencias Humanas (eso significa el término Humanidades) frente al consumo, el dinero y un progreso mal entendido que impone lo material y la destrucción de lo natural y lo humano.

El fragmento de Bowling for Columbine, de Michael Moore, que reproduzco aquí ilustra muy bien la hipocresía de un sistema que tira la piedra y esconde la mano para terminar acusando siempre a los otros. Se trata de la entrevista a Marylin Manson en la cual se ponen sobre el tablero algunos de los hilos que mueven la hipocresía de nuestros sistemas. Hablan sobre todo de la «cultura del miedo»: borregos con miedo no piensan, temen a los otros, se refugian en sus productos, en sus prejuicios, en sus armas…  Juzgad vosotros, no tiene desperdicio.

El Estado y la cultura: Bowling for Columbine, Michael Moore, entrevista a Marylin Manson: